La crisis es un estallido que no soluciona las contradicciones — Valeri Bosenko

Valeri Bosenko
(1927-2007)

(...) En otras palabras, donde y cuando el poder político se convierte en un obstáculo, en un estorbo para el desarrollo, allí y entonces comienza, tarde o temprano, el momento de su subversión, esto es, el rompimiento, el estallido que es la expulsión del obstáculo de la vía del desarrollo progresivo. De ese modo, el estallido surge como resultado del antagonismo, como modo de expulsión del obstáculo, del estorbo.

Pero también sucede que las contradicciones maduran y se amodorran y no pueden eliminar el estorbo al resolverlo y a causa de la tensión excesiva da inicio el estallido, el rompimiento; pero es el rompimiento no del “tegumento” externo que obstaculiza el desarrollo (y esto garantiza una plena libertad), sino que comienza algo así como un estallido interno, la destrucción, la degradación, la denominada crisis, que es una especie de devorarse a sí mismo, la autodestrucción de las fuerzas internas que es como si se rompieran a causa de la tensión excesiva. Este estallido no es el que por su acción destructora abre la senda hacia adelante, garantizando plena libertad al trabajo creador, sino que es el que solo da estancamiento, reacción, productos de descomposición y pudrición. Esto se llama crisis.

Tal rompimiento es la aniquilación de las fuerzas productivas en la crisis económica y de tal modo es la puesta en conformidad, pero no de las formas de relaciones de producción con un contenido a nivel de las fuerzas productivas, sino la puesta en conformidad de las fuerzas productivas (por la vía de su rompimiento) al nivel inferior de las relaciones de producción que han caducado (a las formas caducas, que están sobrepasadas, de la propiedad y otros). En este caso, cuando las fuerzas productivas y las relaciones de producción no pueden resolver oportunamente las contradicciones que han madurado de y por el estorbo de parte de la superestructura política, entonces tiene lugar el rompimiento ya de las propias fuerzas productivas.

Tales rompimientos (crisis), a partir de 1825 al cabo de cada 7-10 años, se repiten de forma regular en los países capitalistas mientras el tegumento político no se quiebre y no den inicio las revoluciones sociales.

O, por ejemplo, en la revolución de 1905, cuando las fuerzas de empuje no resultaron suficientes para hacer a un lado el zarismo que les obstaculizaba, entonces el resultado de la colisión fue el rompimiento de las propias fuerzas revolucionarias en todas las direcciones, la orgía de la reacción y contrarrevolución, el desencanto y los ánimos decadentes, la pudrición, la descomposición en la literatura, el arte y en los partidos políticos, etc. Y esto es la crisis. (...)

Fuente: Босенко, Валерий, К вопросу о диалектике взаимоотношения «взрыва» и «скачка» в процессе движения, Киев, 1961 [Bosenko, Valeri, Contribución a la cuestión de la dialéctica de la interrelación del “estallido” y el “salto” en el proceso del movimiento, Kiev, 1961]

Traducido por C. Amaru para Partiynost