sábado, 19 de enero de 2019

El poder popular y los comandos de los trabajadores (II) - Miguel Enríquez


El poder popular y los comandos de los trabajadores (II) [1]
Miguel Enríquez
1972





Compañeros, quiero en primer lugar agradecer al compañero Richard por el tiempo que le robamos. De inmediato quiero aprovechar los pocos minutos de que disponemos estableciendo por lo menos dos cosas que creo que son importantes. La primera de ellas es que la coincidencia vista acá, en función del desarrollo y las formas de organización del pueblo y los objetivos políticos, es mucho más importante de los que pudiéramos haber pensado.

Augura, se podría decir, una posibilidad seria de abrir un camino más o menos sólido hacia la conquista del poder. La verdad, eso sí, es que aquí no estamos todos. Lo que quisiéramos en segundo lugar establecer es que, al mismo tiempo si valoramos esto, no le pidamos al pueblo, a partir de los Comandos Comunales, lo que los partidos políticos de izquierda no precisan.

Y nos parece que es importante que se aclare acá. Aquí probablemente vamos a poner la nota amarga, en término de no estar de acuerdo todos, quién sabe, pero nos parece básico establecerlo.

La verdad que sobre los Comandos Comunales y la generación del Poder Popular en Chile, hay dos estrategias planteadas: una, que denominamos reformista, y otra, revolucionaria.

Esto que aquí puede parecer teórico, o propio de foro, es dramático para los obreros del FTR o de los distintos partidos de la izquierda, socialistas, comunistas, de las distintas fábricas, que están amenazadas de ser desalojadas y devueltas a sus patrones, o algunas de ellas ya han sido desalojadas. La apreciación que se tome, en las generaciones de los Comandos Comunales y su relación con el gobierno por tanto, toma una importancia que nos parece obliga entrar a precisarlo.

En primer lugar, sobre los Comando Comunales hay dos formas de desarrollarlos. Yo creo que las alternativas no son la idealista y la burocrática. Son, si están o no subordinadas al aparato burocrático del Estado, al aparato del Estado burgués, o si son autónomos.

Si se construyen como formas que caminan hacia la conquista del poder, y por tanto hacia la destrucción del Estado, o si están subordinados al aparato del Estado, y por tanto, a todas las negociaciones, conciliaciones y contradicciones que se den al interior de los distintos componentes del aparato del Estado controlado por distintas fuerzas sociales. Nos parece que esto es básico de entender. Dentro de esto, de si la generación de los Comandos es democrática o burocrática.

En segundo lugar, establecer que esto es fundamentalmente importante hoy día, con el nuevo gobierno que hoy tenemos. Sería, en otro período quién sabe discutible, quién sabe probablemente no. En este minuto es crucial. Si alguien dice - si todos decimos- que el control del ejecutivo es un instrumento importante, nosotros remarcamos, es tan importante que, puesto en un sentido o en otro, puede significar un avance o un retroceso enorme. Y es en lo que tenemos que estar vigilantes en este instante. Decíamos recién -rápidamente antes que ....- que el gobierno había cambiado, que se había levantado, de parte de una fracción al interior del gobierno, la defensa del orden burgués, que el eje del gobierno había cambiado. Ya no era sólo los partidos de la izquierda, eran los partidos de la izquierda más las FF.AA. Esto, que parece teórico, decimos, es dramático.

Es dramático para los obreros de las industrias electrónicas de Arica que están seriamente amenazados de desalojo y de tener que devolver sus empresas. Es dramático para los obreros de las constructoras, que están amenazados también de tener que devolver sus empresas, por las concesiones hechas en la solución del paro. Fue y es dramático, para los obreros del diario "El Sur" de Concepción, que fueron desalojados policialmente y hay tres de ellos presos.

O sea, esto que parece una disquisición teórica, establece el camino y el curso posible que puede tomarla generación de un Poder Popular, o el afirmamiento de un poder burocrático. Esto para nosotros debe ser precisado.

Y no se resuelve el problema, por tanto, al sólo establecer el apoyo a los Comandos Comunales.

La forma y la relación que tomen con el Gobierno, su autonomía o su dependencia, el hecho que estén subordinados o no a los intendentes o gobernadores, el hecho de que sean generados democráticamente o burocráticamente, establece el curso que puedan tomar y si en realidad, a partir de ellos, vamos a generar un Poder Popular o vamos a estar más bien contribuyendo de alguna forma a frenar y debilitar el avance de las masas por la vía de la coordinación más eficiente, incorporándolos, de hecho, al sistema de dominación con todas las contradicciones que este momento tiene a su interior, de acuerdo a las distintas fuerzas que controlan los distintos componentes del aparato del Estado.

O sea, para nosotros nace por tanto la necesidad por encima del acuerdo global que valoramos como positivo, la necesidad de establecer los campos y separar las aguas, entre las concepciones que consideramos en este aspecto vinculadas a otras evidentemente reformistas, y las que son revolucionarias.

Nosotros sabemos que en estos problemas de las constructoras, de las electrónicas, del diario "El Sur", hay distintas apreciaciones dentro del gobierno, dentro de la UP en particular y en general dentro de la izquierda. Pero nos parece que en la forma y generación del Poder Popular estos problemas que aparecen como consecuencia en el cambio y en el desarrollo de los Comandos Comunales, tomarán prioritaria importancia. Nosotros no estamos llamando ni a luchar contra el gobierno, ni a hacer caer el gobierno, ni colocar los Comandos Comunales en contradicción fundamental con el gobierno. Pero sí con el aparato del Estado. Unica forma de generar Poder Popular.

Nosotros llamamos a no combatir al gobierno, sino a combatir todas las concesiones y todas las regresiones y todos los retrocesos. A apoyar aquellas medidas que puedan resultar positivas al pueblo a recuperar iniciativa. Su propia iniciativa. A confiar más en sus propias fuerzas, dado el carácter del nuevo gabinete. Llamamos en esencia, a continuar el avance, sobre la base del desarrollo de los Comandos Comunales y este nuevo programa que ha ido surgiendo durante la crisis de octubre, llamado Manifiesto del Pueblo, Pliego del Pueblo o Programa del Pueblo, pero lo que contiene dentro de si seguirá enriqueciéndose con todas las reivindicaciones e intereses de los distintos sectores del pueblo.

Aunque aparezca como quebrando la armonía, el hecho que estén aquí algunas fuerzas de la izquierda y hay otras que no lo están, nos parece positivo y evidencia que la polémica se está dando al rojo vivo, al interior de determinadas empresas, determinados sectores y áreas geográficas. Nos parece que el problema debe ser delimitado, y debe establecerse lo que se llama una política revolucionaria en la construcción y generación de un poder alternativo, de un poder popular. Y cómo, en un momento dado, la política reformista puede adecuarse a la generación y a la fuerza que el pueblo tuvo para imponer los Comandos Comunales. Porque no estuvieron todas las fuerzas de la izquierda de acuerdo, y fue una batalla que la clase obrera y las capas aliadas dieron al interior de las comunas en Chile, hasta que lograron finalmente vencer las resistencias.

Pero hoy día hay adecuaciones que, si bien formalmente aparecen saludando y apoyando la generación de los Comandos, están embrionariamente y en el nacimiento de ellos abortando su perspectiva, el carácter revolucionario que puedan tener. Nada más, para no tomarme tiempo de más. 

 Notas: 
[1] Foro organizado por el sindicato de trabajadores del diario "Clarín" en la Casa de la Cultura " Gabriela Mistral". Participaron: Luis Maira, de la Izquierda Cristiana; Víctor Barberis, del Partido Socialista; Pablo Richard, del Movimiento Cristianos por el Socialismo; Oscar Garretón del MAPU; y Miguel Enríquez, el Partido Comunista no asistió. 
 
Transcrito por C. Amaru para Partiynost