martes, 5 de diciembre de 2017

Sobre la afinidad de los vascos y los georgianos — S. V. Dzidziguri

Shota Varlamovich Dzidziguri*
(1911-1994)

El problema del parentesco existente entre los vascos y los georgianos no es nuevo. Su historia se remonta a muchos siglos. El enigma que presenta la afinidad étnica y lingüística de los habitantes de la Península Ibérica, los vascos, y los del Cáucaso, los georgianos, interesó a pensadores de la antigüedad. El problema vasco-georgiano despertó asimismo gran interés en la Georgia antigua.

¿De dónde nace el enigma?...

En sus orígenes el territorio español lo poblaban personas que, al parecer, eran de procedencia no europea, diferenciándose por su idioma y su composición tribal de los demás grupos étnicos que poblaban ese territorio. A esos hombres los llamaban “iberos”, y el territorio. Iberia. ¿De dónde y cómo apareció en Occidente esa tribu extranjera, cuál era su procedencia? El problema preocupó a estudiosos griegos antiguos y romanos, a escritores y personalidades públicas. Les asombraba que hubiese dos Iberias, una en España y otra en el Cáucaso (es sabido que, en la antigüedad, Georgia se llamaba Iberia, y los georgianos, iberos). El historiador griego Apianós (siglo II) escribe: “A los iberos que viven en Asia, unos los consideran antecesores de los iberos europeos y otros, nuevos pobladores...” De ahí se deduce que no hubiera unanimidad en cuanto a la relación existente entre los iberos caucasianos y europeos. Varrón (siglo II-I antes de nuestra era) creía que los iberos pirenaicos habían llegado de Georgia. Máximo el Confesor, escritor bizantino, era de esa misma opinión. Dionisio Perieguetes, Eustaquio y Sócrates Escolástico consideraban que los iberos eran originarios de Occidente y que Iberia oriental era una colonia de los iberos occidentales. También los científicos y hombres públicos de la Georgia antigua se interesaron por los lazos existentes entre los iberos pirenaicos y los georgianos. Ioan Atoneli, eminente personalidad georgiana del siglo X, organizó incluso una expedición para visitar a los vascos, considerándolos parientes de los georgianos.

La personalidad social georgiana Timoféi Gabashvili (siglo XVIII) viajó por muchos países y tuvo la oportunidad de conocer a muchas personas ilustradas de aquella época. Preguntó por el eventual parentesco entre los georgianos y los aborígenes españoles a Evgueni Bulgaris: “Inquirí a Evgueni —escribe Gabashvili—, y éste me respondió que en los libros antiguos está escrito que los georgianos llegaron a España y allí se instalaron; que al rey español lo llamaban georgiano; que, después, los españoles fueron a Georgia y allí se instalaron”.

Encontramos datos interesantes en los apuntes del famoso viajero del siglo XVII Jean Chardin. Durante su estancia en Georgia lo invitó el rey Teimuraz a su banquete. Teimuraz brindó por el rey de España, destacando el parentesco de georgianos e iberos. Chardin añadió: “También en Europa he oído hablar con frecuencia sobre el particular”.

Los cambios étnicos y las asimilaciones hicieron que los vascos de hoy se diferencien mucho de sus lejanos antepasados. No obstante, al abordar el problema de la “raza ibérica”, Engels destacaba que los últimos representantes de esa raza ibérica eran lon vascos.

Según la hipótesis del académico soviético Nikolái Marr los iberos (antepasados de los vascos) llegaron de Georgia. Se supone que su migración se realizó por dos vías: la primera fue marítima, por el sur, en dirección del Asia Menor y las islas del Mediterráneo; la segunda pasaba por el norte, por tierra firme. En Occidente se produjo la mezcla etnológica. Por consiguiente, los vascos son descendientes remotos de los iberos.

No se conservan escritos de la antigua lengua ibera. Los investigadores no tienen más remedio que “leer” en el idioma llegado a nuestro tiempo los lazos lingüísticos que pudieran existir en la antigüedad. Ya en el siglo XIX interesáronse los lingüistas europeos por la vascología, tratando de descubrir los paralelos georgiano-vascos. La ciencia moderna también se ocupa de ello. No se han obtenido aún resultados definitivos, el problema vasco-georgiano no ha salido todavía del terreno de las hipótesis científicas.

Muchos hombres de ciencia conocidos afirman que los idiomas vasco y georgiano (y, en general, las lenguas ibero-caucasianas) son afines y que, por lo tanto, los antiguos iberos europeos estuvieron ligados históricamente a los iberos caucasianos.

El académico Marr defendió celosamente la afinidad de los idiomas georgiano y vasco.

Según sus observaciones, esa afinidad se ve en lo fundamental en el léxico y la semántica. Aduce como ejemplo las palabras relacionadas con el culto a la piedra, los términos que sirven para designar el metal, la agricultura, conceptos del culto, etc.

Al resumir los paralelos vasco-georgianos obtenemos el siguiente cuadro: hoy por hoy, se supone que existen alrededor de cuarenta “coincidencias” morfológicas y cerca de trescientas combinaciones léxicas.

La georgiología (cártvelología) soviética reconoce que el idioma vasco tiene ciertas semejanzas con las lenguas ibero-caucasianas. Así y todo, un estudio a fondo de las interligazones lingüísticas vasco-georgianas, así como de los paralelos arqueológicos, etnográficos o folklóricos, es obra del futuro.

En la actualidad, en la República Socialista Soviética de Georgia se han creado condiciones para un estudio sistemático y profundo de la hipótesis vasco-caucasiana. Recientemente se creó, adjunta a la Academia de Ciencias de la república, una Sociedad de Estudios de la Lengua y la Cultura Vascas. Se publicó en lengua georgiana una recopilación de artículos del conocido vascólogo y georgiólogo francés René Lafon, Doctor Honoris Causa de la Universidad de Tbilisi. La redacción corrió a cargo del académico Arnold Chikobava. Se prepara para las prensas la monografía de Shotá Dzidziguri Los vascos y los georgianos (el libro aparecerá en georgiano, ruso, francés y español). Desde septiembre de 1976, en la Universidad de Tbilisi se dicta un ciclo de conferencias sobre la lengua vasca, se han dado ya pasos para preparar vascólogos, etc.

Se establecen lazos estrechos con especialistas de otros países en la lengua y la cultura vascas, entre otros, con Luis Villasante, presidente de la Academia de la Lengua Vasca.


* Académico georgiano estudioso de la historia y dialectos de las lenguas kartvelianas, doctor en filología (1963), miembro de la Academia de Ciencias de la RSS de Georgia (1974),  lingüista partidario de la hipótesis del parentesco vasco-caucásico e impulsor de investigaciones sobre el vasco en la antigua URSS. Fue presidente de la Sociedad de Estudios de la Lengua y la Cultura Vascas. Ejerció en él influencia la teoría jafética del también georgiano Nikolay Yakovlevich Marr.


Fuente: Literatura soviética, nº 6, 1977, pp. 152-154.


Digitalizado por M. I. Anufrikov para Partiynost

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