martes, 5 de diciembre de 2017

Neruda en el teatro soviético — P. M. Grushko

Pavel Moiseevich Grushko
(1931)

Los soviéticos manifiestan constante interés por la vida y la obra del gran poeta chileno Pablo Neruda. 

Recientemente el Teatro Komsomol Leninista de Moscú estrenó con gran éxito un espectáculo musical inspirado en motivos de la cantata dramática de Pablo Neruda Fulgor y muerte de Joaquín Murieta, bandido chileno injusticiado en California el 23 de julio de 1853. Puso en escena este espectáculo Mark Zajárov, director escénico principal del Teatro. El poeta Pável Grushkó, conocido traductor y propagandista de la obra nerudiana, escribió el libreto de la representación musical. Le hemos pedido que hable de su trabajo sobre el espectáculo.

* * *

En una de sus visitas a Moscú Pablo Neruda nos dejó el manuscrito de su única obra dramática Eulgor y muerte de Joaquín Murieta. Poco después, a petición de la revista Inostránnaya Literatura (“Literatura Extranjera”) la traduje yo, de modo que esta obra apareció en ruso casi al mismo tiempo que en español.

Pasados varios años, el director escénico principal del Teatro Komsomol Leninista me propuso escribir un libreto en verso sobre motivos de la pieza de Neruda. Compuso la música para el espectáculo Alexéi Ríbnikov, joven autor de mucho talento, a mi modo de ver, y ya bien conocido, licenciado del Conservatorio de Moscú donde estudió bajo la dirección de Aram Jachaturián.

La idea de crear un espectáculo musical o, digámoslo con la terminología musical moderna, una rock-ópera con este material fue para mí una gran alegría, con mayor razón porque me gusta mucho la manera escénica de Mark Zajárov, que en sus espectáculos dedica particular atención a la música. Además, esta idea no contradecía en absoluto unas palabras del prefacio de Neruda para su cantata: “Esta es una obra trágica, pero, también, en parte está escrita en broma. Quiere ser un melodrama, una ópera y una pantomima. Esto se lo digo al director para que invente situaciones u objetos fortuitos, trajes y decorados...” En esto Neruda se parece mucho a nuestro Vladímir Mayakovski que en el prefacio del Misterio Bufo también exhortaba a los realizadores a modernizar y actualizar la pieza.

Hoy, lógicamente, cuando el mundo entero sigue con ansiedad los acontecimientos de Chile, cuando ya no está con nosotros Pablo Neruda y cuando cada día recibimos noticias de nuevos crímenes del fascismo en América Latina, la historia de Joaquín Murieta suena muy distinta a como sonaba varios años atrás. Los jóvenes artistas del Teatro Komsomol Leninista representan no simplemente escenas de la vida de los pateperros chilenos que marchaban a buscar oro en California y encontraban allí violencia y muerte. En cada episodio de nuestro espectáculo tratan de hacer una analogía con lo que está ocurriendo hoy. Este espectáculo muestra la actitud de sus creadores (realizador, actores, compositor, coreógrafo y escenógrafos) hacia los sucesos de Chile, hacia la difícil lucha de los chilenos por la felicidad de su Patria.

Los creadores del espectáculo han querido reforzar con los recursos teatrales la percepción de los acontecimientos chilenos, imprimirle emocionalidad, hacer vibrar al espectador al compás de lo que ocurre en la escena. Nuestro espectáculo no propone soluciones hechas, apela a los sentimientos de los espectadores que deben forjar ellos mismos su actitud ante los problemas planteados en la pieza.

El libreto del espectáculo fue cristalizando poco a poco. A los primeros ensayos se aclaró que en un espectáculo tan incisivo y publicístico como el pensado por Mark Zajárov se necesitaba un protagonista. En la obra de Neruda Joaquín Murieta no aparece ni una vez en escena, sólo oímos su voz. En la pieza de Neruda (que él llamó oratorio rebelde) los acontecimientos son mencionados en la letra de los coros masculino y femenino con mayor frecuencia que suceden a la vista del público. Nosotros hemos preferido mostrar al protagonista. Hemos introducido, además, varios personajes. En ruso el espectáculo se titula Zvezdá y smert Joakina Murieti (“Estrella y muerte de Joaquín Murieta”); en él actúan la Estrella y la Muerte. En cada hombre pugnan dos principios : el afán por un ideal, por un sueño (su Estrella) y los obstáculos (a veces la Muerte) que se interponen en el camino de su realización. La interacción de estas fuerzas es el resorte de la vida del hombre. En nuestro espectáculo hay otro personaje más: el Visionario. Al escribir los textos para él tenía presente en todo momento una obra muy interesante de Neruda: Libro de las preguntas, uno de los ocho libros aparecidos en la Argentina ya después de la muerte del poeta. Y fue el Libro de las preguntas el que me sugirió la idea del personaje del Visionario que hace las preguntas más inesperadas, más sabias a veces que todas las contestaciones.

Hemos tropezado con bastantes dificultades para transmitir el material etnográfico (enseres domésticos, música, vestuario). Cuántas veces nos sonreímos indulgentes al ver cómo presentan al campesino ruso y la vida rusa algunos cineístas extranjeros queno conocen suficientemente nuestras costumbres y nuestra vidia. Al crear el espectáculo no hemos aspirado a mostrar con demasiado detalle los “motivos” chilenos en la música, en los trajes y en las decoraciones. Nos hemos esforzado por ser lacónicos y sintetizar el destino de Murieta como historia de América Latina.

Para dar mayor resonancia publicística a la pieza hemos incluido en el espectáculo grabados del pintor mexicano Posada, documentos cine y fotográficos. En la pantalla colocada en medio del escenario se proyecta al final del espectáculo gran número de fotografías del Comité soviético de solidaridad con los demócratas chilenos; mostramos también fotografías de las atrocidades que se cometen en Chile. Al principio y al final del espectáculo Pablo Neruda mira desde la pantalla a los espectadores. Porque nuestro espectáculo es un tributo a la memoria del gran poeta. En la pieza, además de la historia de Joaquín Murieta, hay un mensaje a Neruda. El espectáculo concluye con estas palabras: “Desaparecerás tú, mas tu fulgor en nuevos ojos brillará. Las estrellas son una cita eterna con quien se fue y con quien vendrá”.

Nos alegra mucho la gran afluencia de público a nuestro espectáculo, sobre todo de jóvenes. Es nuestro gran deseo que al salir del teatro se lleven consigo la imagen luminosa de aquel gran artista chileno y amigo de nuestro país que se llamó Pablo Neruda.


Fuente: Literatura soviética, nº 5, 1977, pp. 151-153.


Digitalizado por M. I. Anufrikov para Partiynost

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