Sobre la creencia de que el mundo real es producto del mundo ideal
Karl Marx y Friedrich Engels
Tomado de: “La ideología alemana”
Hasta ahora, los hombres se han formado siempre ideas falsas acerca de sí mismos, acerca de lo que son o debieran ser. Han ajustado sus relaciones a sus ideas acerca de Dios, del hombre normal, etc. Los frutos de su cabeza han acabado por imponerse a su cabeza. Ellos, los creadores, se han rendido ante sus criaturas. Liberémoslos de los fantasmas cerebrales, de las ideas, de los dogmas, de los seres imaginarios bajo cuyo yugo degeneran. Rebelémonos contra esta tiranía de los pensamientos. Enseñémoslos a sustituir estas quimeras por pensamientos que correspondan a la esencia del hombre, dice uno, a adoptar ante ellos una actitud crítica, dice otro,a quitárselos de la cabeza, dice el tercero, y la realidad existente se derrumbará.
Estas inocentes y pueriles fantasías forman el meollo de la filosofía neohegeliana en boga, que en Alemania no sólo es acogida con espanto y veneración por el público, sino que es proclamada por los mismos héroes filosóficos con la solemne conciencia de su revolucionaria peligrosidad y de su criminal inexorabilidad. El primer volumen de la presente publicación se propone desenmascarar a estas ovejas que se hacen pasar por lobos y son tenidas por tales,poner de manifiesto cómo no hacen otra cosa que balar filosóficamente, cómo las jactancias de estos intérpretes filosóficos reflejan simplemente el estado lastimoso de la realidad alemana. Se propone poner en evidencia y desacreditar esa lucha filosófica con las sombras de la realidad a que el soñador y soñoliento pueblo alemán es tan aficionado.
Un hombre listo dio una vez en pensar que los hombres se hundían en el agua y se ahogaban simplemente porque se dejaban llevar de la idea de la gravedad. Tan pronto como se quitasen esta idea de la cabeza, considerándola por ejemplo como una idea nacida de la superstición, como una idea religiosa, quedarían sustraídos al peligro de ahogarse. Ese hombre se pasó la vida luchando contra la ilusión de la gravedad, de cuyas nocivas consecuencias le aportaban nuevas y abundantes pruebas todas las estadísticas. Este hombre listo era el prototipo de los nuevos filósofos revolucionarios alemanes.
[Ninguna diferencia específica distingue al idealismo alemán de la ideología de todos los demás pueblos. También ésta considera que el mundo está regido por ideas, que las ideas y conceptos son principios determinantes, que ciertos pensamientos constituyen el misterio – accesible a los filósofos – del mundo real.
Hegel había llevado el idealismo positivo a su perfección. Para él no sólo se había transmutado todo el mundo material en un mundo de las ideas y toda la historia en una historia de las ideas. No se contenta con clasificar minuciosamente los objetos del pensamiento, sino que procura, asimismo, exponer el acto productivo.
Los filósofos alemanes, desadormecidos de su mundo onírico, protestan contra el mundo de las ideas que les […] la representación del […] real, viv[o…]
Los críticos filosóficos alemanes asevera de consuno que las ideas, representaciones y conceptos hasta aquí han determinado y regido a los hombres reales, que el mundo real es un producto del mundo ideal. Esto, que ha acontecido hasta este preciso instante, debe, empero, modificarse. Tales críticos se diferencias entre sí según la manera en que quieren salvar al mundo de los hombres, el cual – a juicio de aquéllos – tanto pena bajo e[l] poder de sus propias ideas fijas; se diferencian en cuanto a qué ideas consideran fijas; coinciden en cuanto a la creencia de que el acto crítico de su pensamiento provocará necesariamente e[l] derrumbe de [lo] existente, vale decir, que tienen por suficiente su actividad cogitativa aislada o quieren conquistar la conciencia general.
La creencia de que el mundo real es [el] producto del mundo ideal, de que el mundo de las ideas […]
Extraviado en su mundo hegelianos de las ideas, los filósofos alemanes protestan contra el dominio ejercido por los pensamientos, ideas, representaciones, que hasta el presente, según su opinión, esto es, según la ilusión de Hegel, han producido, determinado, regido el mundo real. Interponen su protesta [y] sucumben […]
Con arreglo al sistema de Hegel las ideas, pensamientos y conceptos han producido, determinado, regido la vida real de los hombres, su mundo material, sus relaciones efectivas. Sus levantiscos discípulos toman esto de él [...]
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