domingo, 22 de septiembre de 2019

Pavel Vasilíevich Kopnin - "Hipótesis y verdad" (1969) [libro completo]

Título: Hipótesis y verdad
Páginas: 160
Editorial: Grijalbo
Año: 1969

"La hipótesis, lo mismo que las demás formas de conocimiento, es el reflejo del mundo material en la conciencia del hombre, la imagen subjetiva del mundo objetivo. La hipótesis científica proporciona un conocimiento
objetivamente verídico de las leyes del mundo exterior; su contenido no depende ni del individuo ni de la humanidad, no es una ficción, ni un símbolo, ni un signo
taquigráfico, ni un patrón lógico, ni un instrumento de trabajo, ni una selva que rodea el edificio de la ciencia, ni tampoco sus muletas, sino una copia, una fotografía de los objetos, de los fenómenos del mundo material y de las leyes de su movimiento.
La hipótesis, lo mismo que cualquier otra forma de conocimientos objetivamente verídicos del mundo exterior, no es una copia fotográfica de la realidad, sino un
proceso activo y creador de reflejo del mundo."


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domingo, 26 de mayo de 2019

El modelo de la epistemología idealista: Husserl - Michel Clouscard



El modelo de la epistemología idealista: Husserl [1]
Michel Clouscard


Precisaremos nuestra andadura crítica, nuestro método, nuestra problemática, a partir de una crítica de la epistemología burguesa, idealista [2]. Es de la polémica que nacerá la andadura científica.

Kant está en el origen de la epistemología de nuestro período cultural. Pero como neokantismo, es decir reanudación y desplazamiento, tendencioso, del corpus kantiano. La andadura científica, legítima en Kant, ya no lo es en Husserl. Y este funda todo el conocimiento antropológico de la cultura burguesa.

Deseamos por lo tanto mostrar, en primer lugar, qué en la andadura crítica de Kant puede considerarse como legítimo y luego cómo el sujeto trascendental se pervierte en un idealismo subjetivo, reaccionario. Dicho de otro modo, el acceso al sujeto del conocimiento siendo revolucionario con respecto del conocimiento empírico, irracional, del yo psicológico, la reificación de ese sujeto trascendental en un saber de clase, empírico y sensible, fundamento de la antropología parcelaria, será reveladora. El por qué y el cómo de esta perversión, la crítica de una metodología, en su tránsito del progresismo a la reacción, mostrará de modo negativo eso que debe ser la antropología revolucionaria. Tenemos así las condiciones primeras de nuestro método. Y si estas no son suficientes todavía para fundar una antropología histórica, ellas son, en un primer momento, necesarias. Kant [3] define el sujeto trascendental como sintético; es un lugar de coordinación de aportes heterogéneos. Ese sujeto del saber no es objeto del saber. Este se define según las condiciones lógicas y el yo concreto se refleja al nivel de lo sensible como objeto. Ese sujeto trascendental define el conjunto de condiciones que regulan el conocimiento de todo objeto posible. Una ciencia es posible por estas condiciones a priori. Y el conocimiento de lo sensible es de orden fenoménico (la cosa en sí no puede ser conocida). Esto es relativo, del orden del entendimiento, puesto que se somete a las categorías del conocimiento humano. La intuición concreta (que será el contenido de las ciencias) sin la cual el concepto no será más que una forma vacía, está entonces sometida a una rejilla doble: de las categorías del conocimiento y de las condiciones a priori de toda consciencia.

Al contrario, para Husserl [4], el sujeto trascendental es objeto del conocimiento. Este no se define según las condiciones lógicas, como legisladoras de las condiciones a priori del saber científico, sino como captación inmediata, cogito (no de la res cogitans): intencionalidad de lo pensado, en lo mundano, lo vivido. El sujeto trascendental es entonces ese saber puro, que, por “la epojé”, ha podido abandonar todo compromiso en lo sensible, y alcanzó la radicalidad que fundamenta el conocimiento.

El sujeto trascendental [5] no se define como la operación, sino como el resultado de la operación que es el tránsito de lo sensible a lo trascendental. Sino es res este se reduce ya a la tautología que es la identidad del objeto y del sujeto del conocimiento. Tampoco puede abandonar esta identidad que es la marca, la prueba, de la pureza epistemológica. El pensar refleja el pensamiento, como el pensamiento refleja el pensar.

Es ese fijismo tautológico del sujeto trascendental el que estará en el origen de toda la sofística husserliana. No puede abandonarse el sujeto trascendental sin caer sea en el formalismo sea en el empírico concreto. Esta aporía acecha toda salida del sujeto trascendental. Aunque Kant pudo definir el lugar de reencuentro de las leyes del conocimiento y de los objetos a conocer como lo relativo, fenómeno y entendimiento, el sujeto trascendental de Husserl se define mediante una radicalización fijista y tautológica del saber puro, que no es saber más que de sí mismo, que no puede más que yuxtaponer el sujeto reflexivo y el antepredicativo.

Es que el cogito para Husserl [6] (al contrario de Descartes que asimila ese cogito a un axioma del saber) es el fundamento de los propios axiomas. La reducción fenomenológica en su andadura hacia el saber puro reduce los axiomas, de orden geométrico, por ejemplo, al sujeto trascendental. Es aquí que está la justificación última de la epistemología husserliana. El sujeto trascendental es así la transparencia pura del saber y de su objeto, la identidad radical del objeto del conocimiento y del sujeto del conocimiento. Esta andadura tautológica (A es A puesto que él conoce A) identifica lo existente del saber y el saber de ese existente. En este nivel la tautología no es más que la operación formal que no recobra más que lo mismo. Ella basa una realidad del saber que ya no tiene que buscar su predicado de existencia (que eso sea fundamentando su necesidad en un realismo de las ideas o en un realismo sensible). Se alcanza lo apodíctico. ¡Pero a qué precio! ¡Lo apodíctico del sujeto tiene como corolario la tautología del saber! Y si ese saber es así un absoluto lo es como ausencia de todo contenido concreto, y como prohibición, por definición, de todo otro objeto del saber más que el sujeto trascendental. Porque incluso la lógica formal está en el lado del objeto. La mathesis universalis “es la ontología formal. Ella es la forma vacía de región en general” [7]. Eso que tiene valor de conocimiento es la reducción máxima de lo sensible. Además incluso el formalismo de lo real sensible debe reducirse mediante el formalismo del sujeto trascendental, mediante la transparencia pura del sujeto cognoscente.

Además, cuando el sujeto trascendental conoce otra cosa más que a sí mismo, eso no es según las condiciones mediatas del saber, sino como intuición, participación directa al mundo práctico y sensible. La ciencia es en primer lugar captación intuitiva del objeto particular “de una esencia” del conocimiento. Y es esta intuición la que da la definición de la ciencia, y es solamente después de esta definición que la metodología se constituye según esta intuición para constituir investigación empírica. Mientras que Kant sometió la intuición a una rejilla doble a priori (categorías del conocimiento, condiciones a priori de una ciencia), Husserl captó inmediatamente tanto el objeto de la ciencia como su contenido. Así, el estatuto del saber no es más que el chantaje del sujeto trascendental que por su autoridad trascendental habilita lo empírico. Una construcción ideal y artificial de la ciencia se propone como “esencia”. Pero la realidad alcanzada no es entonces ni lo trascendental ni la realidad ingenua del objeto. Es únicamente una mixtura que ya no tiene el valor epistemológico de lo trascendental y que ya no es la significación agnóstica de la cosa en sí.

Pero lo que es inadmisible, es que ese saber empírico se propondrá como conocimiento de la cosa en sí. La pretensión del sujeto trascendental de alcanzar la cosa en sí por la captación intuitiva de una empeiría es entonces inadmisible. “La conciencia de sí lo da lo vivido en sí mismo, es decir tomado como un absoluto.” En efecto, si el sujeto psicológico y el sujeto trascendental pueden considerarse justamente como participantes en lo mundano, esto no asegura más que la realidad del mundo exterior (cuya intencionalidad testimonia) y no el valor cognitivo de las realidades conocidas. Elevar una empeiría a la dignidad epistemológica del saber trascendental ya es un escándalo en el plano epistemológico. Pero proclamar a continuación como cosa en sí ese saber aunque sea reconocido como “retención” en el flujo de lo vivido, es una decisión subjetivista y voluntarista que encuentra su apoyo en un poder exterior a la pura andadura epistemológica (es decir en el poder de una clase social dirigente).

El sujeto trascendental de Husserl yuxtapone la existencia formal del saber y la empeiría del saber práctico. En este primer momento se repite la dicotomía tradicional: formalismo-empírismo, lógica-intuición. Es la definición del idealismo subjetivo. Puesto que es imposible establecer el lugar entre la subjetividad y el mundo exterior.

Tal es la pretensión, en un primer momento, del idealismo subjetivo: alcanzar la cosa en sí mediante una andadura intuitiva, que, sin embargo, de su propia confesión no lleva más que lo empírico. Contradictoriamente en su primer enunciado, y sin aparato formal y mediato, el sujeto trascendental conoció la cosa en sí, es decir la realidad íntima y particular de la cosa exterior.

El segundo momento de esta andadura epistemológica hace aparecer el irracionalismo como corolario del nominalismo y del intelectualismo.

Es que la definición de la radicalidad del saber por el sujeto trascendental (en la transparencia tautológica) tiene como corolario la definición del sustrato sensible, inmediato, práctico como privación total de intelección, de racionalidad.

Es el antepredicativo en el que el idealismo subjetivo no reconoce sus a priori implícitos. Este idealismo constituye en sí mismo lo negativo de lo nominal: una realidad privada de la lógica trascendental, un sensible como sustancia, una realidad objetiva privada de inteligibilidad.

Y a partir de este antepredicativo aparecerá el lugar con el sujeto del conocimiento; el hiato entre la necesidad del ego trascendental y la contingencia de la cosa se subsanará. Si en el primer momento del idealismo trascendental la lógica y la intuición se yuxtaponen, sin poder dar fundamento al conocimiento, en un segundo momento, es el antepredicativo el que propone la justificación del sujeto trascendental, que es la realidad misma del constituyente y que propone el sentido tanto del ser como de su conocimiento.

Entonces están justificadas la intuición y el empirismo como acceso a la cosa en sí. La intuición dice mucho del antepredicativo y el empirismo de la ausencia de lógica formal. La intuición accedió al saber ya que este echa raíces en el antepredicativo.

Tales son los dos momentos de la epistemología husserliana: la primacía del sujeto trascendental (justificada por el formalismo lógico) y el empirismo trascendental (justificado por la intuición) que revela el sentido de las cosas. El sujeto trascendental, mediante la intuición, recobra el antepredicativo como lo mismo recobra a lo mismo. El sujeto concreto es lo mismo que el sujeto trascendental. La donación de sentido y de forma viene del presaber (así está justificado el empirismo metodológico).

Del mismo modo que el saber formal del sujeto trascendental era tautológico, la relación del yo concreto y del sujeto trascendental desemboca sobre una identidad tautológica. Además los dos momentos del idealismo subjetivo se “sintetizan”. Se encuentra el lazo entre el formalismo y la realidad sensible. Es el continuum del antepredicativo al sujeto trascendental. Es el sentido. El sentido (o la explicación) no es lógica a lo irracional sino, al contrario, el empuje vital viene del mundo de la vida.

La epistemología ha realizado una operación doble: habilitar la autoridad de la clase que dispone del lenguaje (por la lógica formal) y en la práctica social habilitar la situación de hecho, política e histórica, reificándola en el prerreflexivo revelado por la epistemología. Tal es el modelo epistemológico de la burguesía. La estrategia del idealismo subjetivo es la de establecer un hiato entre lo existencial y el saber, entre la práctica y la teoría, entre la clase cultivada y la clase productiva, entre la vida íntima y el discurso científico para luchar por partida doble jugando sobre los dos cuadros: mediante la autoridad del saber (estatuto de clase) y mediante el poder de la naturaleza (que da incluso el sentido al saber). La dualidad entre la práctica y la teoría debe mantenerse (al precio de la aporía nominalismo-realismo) para mantener la segregación de clase. Hay que obstaculizar a la no intelectualidad el acceder a la transparencia y al saber de ella misma, que sería su desalienación, reduciéndola a un residuo para saberlo todo.

Las técnicas operacionales de ese modelo epistemológico son: el formalismo, la intuición, la tautología, la metodología empírica, la donación de sentido a través del antepredicativo. El ego trascendental se arroga el poder de decisión epistemológico. Ese privilegio no sería más que el mérito del ascetismo que es el tránsito del yo concreto al sujeto del conocimiento. Entonces sería válida la intuición, poder del saber, que puede conocer la naturaleza de las cosas, su sentido.



Notas

[1]  Parte del libro “L'Etre et Le Code”.

[2]  La andadura polémica permite: 1° localizar la problemática mas actual; 2° definir el método en función de esta actualidad cultural; 3° retomar una andadura ejemplar (la de Marx).

[3]  Cf. Crítica de la razón pura. Resumimos algunas de las proposiciones que serán recogidas por Husserl.

[4]  A partir de la filosofía de Husserl proponemos el modelo del neokantismo. Nuestra andadura no cae por lo tanto de historia sola de la filosofía. Ella es la construcción de un modelo. Ella es la “estructura” no sabida y no dicha de la obra de Husserl.

[5]  Cf. Ideas directrices para una fenomenología, t. I; Meditaciones cartesianas.

[6]  Cf. Meditaciones cartesianas.

[7]  Cf. Investigaciones lógicas

Traducido por V. C. para Partiynost⁠

El poder popular y los comandos de los trabajadores (III) - Miguel Enríquez


El poder popular y los comandos de los trabajadores (III) [1]
Miguel Enríquez
Compañeros, yo voy a ser breve y trataré de ser lo más breve posible. A mi me hicieron 17 preguntas, es un poco en exceso y vamos por tanto a hablar un poco rápido y tratando de contestar sólo aquellas cuestiones que nos parecen fundamentales.

En segundo lugar, al hacerlo así queremos establecer que nuestra opinión es la opinión de nuestra organización sobre cada uno de los distintos problemas. La primera de ellas. Nos preguntan ¿cuál es la relación entre los Comandos Comunales y el aparato de Estado?

Nosotros pensamos que en lo fundamental es de contradicción y lucha, y no hay posibilidad ninguna de subordinación, so pena de hacer desaparecer la perspectiva de la generación de un poder alternativo. Esto es, no podrá haber ningún tipo de relación de subordinación, sino que al contrario la generación de los Comandos Comunales en la perspectiva será la lucha en contra del aparato del Estado burgués.

En segundo lugar. Desde el punto de vista de la relación con el Gobierno (aquí hay varias preguntas que me voy a poder saltar, que hacen referencia a esto), ¿cuál es la relación que tienen que tener los Comandos Comunales con el gobierno? En general, pensamos que tampoco deben ser subordinados, ni deben estar relacionados directamente. Hay un proyecto planteado en términos que en la cúspide de ellos se ubiquen gobernadores e intendentes. Somos contrarios a ello y nos parece que es la subordinación de los C.C. al gobierno.

Ahora esto que en general nos interesa precisar, en particular nos interesa precisarlo mucho más después de la constitución del Gabinete UP-Generales.

La verdad es que la sola existencia de los Comandos Comunales (C.C.) no desmienten la idea de que el nuevo Gobierno y la presencia de las FF.AA al interior del Gabinete van a dificultar su desarrollo. Que lo impidan es otra cosa. Pero tenemos que sumar muchas más fuerzas y habrá que crear nuevas condiciones para siquiera poder volver a las condiciones que teníamos antes de la formación de este Gabinete. Nos explicamos:

¿Qué queremos decir con esto?, y muy rápidamente expuesto, ¿Qué posibilidades tienen los obreros de las industrias electrónicas de Arica de ejercer poder si están siendo amenazados de desalojo?. ¿Qué poder están ejerciendo los obreros del diario "El Sur" que fueron desalojados policialmente y tres dirigentes de ellos están presos?. ¿Qué poder pueden ejercer los obreros de la construcción que están siendo amenazados de tener que devolver las industrias a los patrones que las paralizaron en la crisis de octubre?: Poco, parece que bastante poco.

El problema es que la generación de un Poder Popular, la generación de un poder dual en perspectiva, está planteado no sólo sobre la base de la conciencia de la clase obrera. No todos los movimientos que producen ascenso de las luchas de la clase obrera y sus capas aliadas, no todos los ascensos de las movilizaciones de masas generan dualidad de poder. Es necesario, para que se genere dualidad de poder, que este planteada una crisis de dominación y en concreto, que el aparato del Estado esté en crisis; y en concreto que la clase dominante esté en crisis y que ésta crisis se proyecte en que el aparato del Estado entre en crisis, como estaba antes del nuevo gabinete y como todavía está con el nuevo gabinete. Pero está comenzando a resoldar sus crisis a partir de la inclusión de los militares. Y este es el problema en perspectiva, o sea, la posibilidad de que el Poder Popular se genere, tendrá que ser ahora combatiendo contra el resoldamiento del Estado, contra el resoldamiento del poder del aparato de dominación burgués. Esa es la tarea planteada que es una dificultad adicional, y no una cualquiera ni menor. Ese es el problema planteado en términos de la perspectiva.

Otra cosa es que no lo alcance a hacer con velocidad y fuerza suficiente, que no alcance a resoldarse el aparato del Estado, no alcanza a superar en velocidad, extensión y profundidad el desarrollo que tome la lucha de clases, la fuerza que tenga la clase obrera, cómo sea capaz de sellar su alianza con las otras capas y se generen C.C. con mayor velocidad, que asuman rápidamente en extensión y profundidad tareas de poder.

Desde el punto de vista de como influye la inclusión de los militares al interior del Gobierno y en la generación de los C.C. creo que lo hemos precisado ya. Del punto de vista de ¿qué rol cumplen los C.C. en la unidad de la izquierda y del pueblo?

En primer lugar. Todo órgano de poder dual y todo órgano que pretenda generar poder popular, poder alternativo, en concreto, tiene como condición básica la unidad del pueblo. Si no la logra bajo la conducción de la clase obrera, en ese caso no hay poder popular. O sea, creemos que eso es básico.

Pero a su vez, para lograr estos mismos objetivos es imprescindible que el conjunto de las fuerzas que ofrecen conducción al pueblo, estén al interior de esos Comandos. Pero no en paz y armonía, sino en denodado combate ideológico, que por encima de la unidad del pueblo, al interior de estos Comandos, se dé el combate ideológico, la lucha -a nuestro entender- que debe ser implacable contra el reformismo, contra cualquier desviación reformista que atenta no a la constitución orgánica, formal, de un Comando Comunal, sino a la generación de un poder alternativo, de una dualidad de poder en Chile. Esa es la relación que entendemos entre izquierda, pueblo y Comando Comunal.

En cuanto a las posibilidades de una nueva alianza política en la izquierda, nosotros pensamos que germinalmente ya está naciendo. No pasa por el quiebre de la UP en estos momentos, pero sí pasa por la coincidencia expresada, puntualmente acá, en varias intervenciones. Está pasando por la unidad que están encontrando determinados sectores, bajo algunas aproximaciones ideológicas, que no las hace idénticas, pero que en la política práctica coinciden y empujan en un mismo sentido en común a lo largo de todo el país. Compañeros socialistas, de la IC, del MAPU, JRR, están encontrando en conjunto con el MIR también, la coincidencia en una cantidad de tareas, entre ellas, a veces, el levantamiento del programa; otras veces sobre formas de luchas; otras veces sobre la dirección obrera en las empresas nacionalizadas; otras veces sobre el control obrero de la pequeña y mediana industria; otras veces para la constitución de un Comando Comunal. O sea, en todos los rangos y niveles en que la política de aproximación revolucionaria, al menos, se va dando, hay una serie de coincidencias. Y pensamos que esa alianza en concreto fue la que posibilitó que germinaran los Comandos Comunales, que de otra forma probablemente no habrían surgido. Porque no nacieron tan espontáneamente, si bien no tuvieron conducción nacional de algunos partidos de la izquierda. La tuvieron nacional de algunos partidos y local de otros, y esa fue la razón de cómo nacieron y se generaron los Comandos Comunales.

Un compañero preguntaba ¿por qué al Partido Comunista lo ataca la clase dominante a pesar de que nosotros digamos que su dirección desarrolla o ejerce una política fundamentalmente reformista?

Pensamos que no hay contradicción en eso. En concreto, el reformismo es la introducción de la ideología de la pequeña burguesía en la clase obrera y es usada por la clase dominante en los períodos de normalidad. En los períodos prerrevolucionarios no lo necesitan para eso y usan otras formas: fascistoides, goriloides o cualquiera de las formas de ofensiva de la clase dominante. Sólo así podría explicarse que partidos reformistas pelearon en España, por ejemplo, denodadamente en contra de la clase dominante. O sea el sólo hecho de ser reformistas -si uno no quiere caer en el doctrinarismo- puede perfectamente colocarlo en la trinchera, y está en la trinchera en situaciones de este tipo, del campo de los trabajadores en contra del enemigo.

Puede cumplir otro rol, que es desarticular, confundir, desarmar al pueblo, pero no necesariamente deja de estar en el campo de los trabajadores en enfrentamientos cruciales. Y la práctica diaria acá, con la misma práctica y política del Gobierno de la UP, con todas sus limitaciones, lo evidencia. La historia de la guerra civil española lo cristaliza más claramente aún.

Del punto de vista de ¿cómo los Comandos Comunales pueden generarse -si pretenden, en perspectiva, como poder dual, destruir el aparato del Estado-, en plena hegemonía del aparato del Estado burgués? Es que también el problema de los períodos de la lucha de clases hace variar el problema. Si bien estamos frente a un Estado burgués, estamos frente a un Estado burgués en crisis, y en el marco de esa crisis, que es expresión de la crisis de la clase dominante, es donde justamente se está dando, además, el ascenso de las luchas de la clase obrera y sus capas aliadas, a partir de las cuales, y en ese rango, podemos generar, por esa fisura, el desarrollo de un poder dual en perspectiva. No podemos decir que la sola constitución de un Comando Comunal hoy día sea poder alternativo al del Estado burgués y en la misma medida final en la cual pasa a la ofensiva y pueda destruir el Estado burgués y levantar como forma de Estado la dictadura del proletariado.

Del punto de vista de cuáles fueron los errores que el MIR cometió: muchos, enormes. Pero su línea esencial pensamos que fue básicamente correcta.

Que el Gabinete militar impide o no la generación de Comandos Comunales y por que nosotros no planteamos que se genere el poder dual sin estar los militares en el gobierno. Eso es lo que dice una pregunta con una rectificación posterior. En esencia, estableciendo que nos opusimos al Gabinete UP-Generales. No pesábamos al interior del gobierno, ni somos parte del gobierno, pero nos opusimos a ese Gabinete por las razones que ya hemos expuesto.

Levantamos una política, que es una política en que establecemos una relación -lo que llamamos una nueva relación- que es una relación de vigilancia con el nuevo gobierno que creemos se origina. Y una relación no de combate irrestricto, permanente y a todo, sino una relación de vigilancia. Una relación que apoya todo aquello que a partir de ese gobierno y de acuerdo a la correlación interna de fuerzas que se dé allá, pueda permitir el fortalecimiento de las luchas del pueblo, y que rechaza, combate y denuncia cualquier concesión. Pensamos que ir más allá sería caer en doctrinarismo, que lo que veamos como perspectiva lo quisiéramos ver cristalizado, y eso aún no es así.

¿Qué papel le asignamos a las capas medias? Brevemente expuesto también. Sería también muy largo exponerlo, por lo menos como lo vemos nosotros, pero en general pensamos que en la pequeña burguesía pueden haber capas a las cuales habrá que neutralizar y haya capas a las cuales hay que ganar a la alianza revolucionaria. En segundo lugar, que de acuerdo al curso que toma el desarrollo de las revoluciones, las capas medias, más bien llamadas pequeña burguesía propietaria y no propietaria, pueden tomar distinto comportamiento.

Y hay períodos prerrevolucionarios que madurando rápidamente a revolucionarios, parten a las capas medias o a la pequeña burguesía y con velocidades e imponen las condiciones del proletariado, caso de la revolución rusa.

Ahora, hay otros períodos en que no madurando el período prerrevolucionario a situaciones revolucionarias y no conquistando el proletariado rápidamente el poder, la pequeña burguesía sufre un proceso que hemos llamado, digamos en forma simple, de enardecimiento, de activación política. Se cohesiona, se organiza. En algunos países han sido capaces de levantar partidos políticos, y aliados con el gran capital después incluso ejercen el poder; caso del nazismo. En otros países hacen de coro del gorilismo: caso del Brasil.

Caso de Chile: el problema por lo menos está en términos de que la pequeña burguesía, fundamentalmente su fracción propietaria, está cohesionada, organizada y con una fuerza que incluso pone condiciones, por lo menos, a los partidos de la clase dominante, a la vez que establecen alianzas con ella. Hay otras capas, fundamentalmente las capas asalariadas de la pequeña burguesía, los más bajos estratos, que están ganadas por la izquierda; son los trabajadores de la salud, del SUTE; hay fuerza enorme en ese terreno.

Hay mucho más todavía que aspirar a incorporar o ganar. Es más. También están trabajando de hecho el conjunto de la izquierda, y nosotros hasta donde podemos, en ganar también a la pequeña burguesía propietaria para poderla incorporar a la alianza. El problema es cómo se hace esa alianza. Si esa alianza se hace fortaleciendo el papel de la clase obrera y generando el poder dual para enfrentar al aparato del Estado, o se hace con concesiones de tipo económico. O sea, se le incorpora al terreno de la lucha de clases en los terrenos fundamentales, o se le comienza a hacer concesiones de tipo económico, vía por la cual nada se obtuvo, que es otro problema. O sea en cuanto a la importancia de ella, sus fracciones, que pudiéramos neutralizar o pudiéramos ganar, nadie lo desconoce, menos en un país como Chile que tiene un tremendo desarrollo en lo que es la pequeña burguesía.

En cuanto al carácter del gabinete UP-Generales, si esta es una concesión o si envuelve un compromiso político o constitucional.

Es de hecho, a nuestro entender, una concesión. En segundo lugar, si es o no un compromiso constitucional, es justamente una buena forma de expresarlo. Establece un compromiso con una fuerza que dice públicamente y claramente que está defendiendo el Estado de derecho, la paz social. Eso es exactamente lo contrario a lo que las revoluciones levantan como tarea, como meta y como objetivo. Del punto de vista de las elecciones de marzo, yo creo que ya perfilábamos nuestra política.

Para nosotros las elecciones no entregan el poder a quienes participen en ella, pero si son instrumentos tácticos que se pueden utilizar para fortalecer las luchas del pueblo y avanzar hacia la conquista del poder. Su utilización en este caso concreto lo hace enormemente importante desde el punto de vista de las consecuencias y las perspectivas abiertas a partir de las elecciones de marzo. Nosotros, por lo menos como política, vamos a participar con actividad electoral sobre la base de condicionarlo al levantamiento de un programa, el programa que hemos llamado el Programa del Pueblo y al problema de impulsar los Comandos Comunales y a una serie de consideraciones que iremos precisando en muy corto plazo.

En cuanto a la ausencia del PC, ¿Si fue o no por eludir el enfrentamiento ideológico? Yo creo que ustedes deben sacar sus propias conclusiones.


Publicado en PUNTO FINAL. Nro. 175. 16 de enero de 1973. Suplemento con las intervenciones de todos los participantes, copiadas solo páginas 5-8,15-17 y 20-22. Esta versión fue recogida de “Textos de Miguel Enríquez”, Recopilación de Martín Hernández y Pedro Naranjo, 5 Tomos, La Habana 1984.


 Notas: 
[1] Foro organizado por el sindicato de trabajadores del diario "Clarín" en la Casa de la Cultura " Gabriela Mistral". Participaron: Luis Maira, de la Izquierda Cristiana; Víctor Barberis, del Partido Socialista; Pablo Richard, del Movimiento Cristianos por el Socialismo; Oscar Garretón del MAPU; y Miguel Enríquez, el Partido Comunista no asistió.

 
Transcrito por C. Amaru para Partiynost

sábado, 19 de enero de 2019

El poder popular y los comandos de los trabajadores (II) - Miguel Enríquez


El poder popular y los comandos de los trabajadores (II) [1]
Miguel Enríquez
1972





Compañeros, quiero en primer lugar agradecer al compañero Richard por el tiempo que le robamos. De inmediato quiero aprovechar los pocos minutos de que disponemos estableciendo por lo menos dos cosas que creo que son importantes. La primera de ellas es que la coincidencia vista acá, en función del desarrollo y las formas de organización del pueblo y los objetivos políticos, es mucho más importante de los que pudiéramos haber pensado.

Augura, se podría decir, una posibilidad seria de abrir un camino más o menos sólido hacia la conquista del poder. La verdad, eso sí, es que aquí no estamos todos. Lo que quisiéramos en segundo lugar establecer es que, al mismo tiempo si valoramos esto, no le pidamos al pueblo, a partir de los Comandos Comunales, lo que los partidos políticos de izquierda no precisan.

Y nos parece que es importante que se aclare acá. Aquí probablemente vamos a poner la nota amarga, en término de no estar de acuerdo todos, quién sabe, pero nos parece básico establecerlo.

La verdad que sobre los Comandos Comunales y la generación del Poder Popular en Chile, hay dos estrategias planteadas: una, que denominamos reformista, y otra, revolucionaria.

Esto que aquí puede parecer teórico, o propio de foro, es dramático para los obreros del FTR o de los distintos partidos de la izquierda, socialistas, comunistas, de las distintas fábricas, que están amenazadas de ser desalojadas y devueltas a sus patrones, o algunas de ellas ya han sido desalojadas. La apreciación que se tome, en las generaciones de los Comandos Comunales y su relación con el gobierno por tanto, toma una importancia que nos parece obliga entrar a precisarlo.

En primer lugar, sobre los Comando Comunales hay dos formas de desarrollarlos. Yo creo que las alternativas no son la idealista y la burocrática. Son, si están o no subordinadas al aparato burocrático del Estado, al aparato del Estado burgués, o si son autónomos.

Si se construyen como formas que caminan hacia la conquista del poder, y por tanto hacia la destrucción del Estado, o si están subordinados al aparato del Estado, y por tanto, a todas las negociaciones, conciliaciones y contradicciones que se den al interior de los distintos componentes del aparato del Estado controlado por distintas fuerzas sociales. Nos parece que esto es básico de entender. Dentro de esto, de si la generación de los Comandos es democrática o burocrática.

En segundo lugar, establecer que esto es fundamentalmente importante hoy día, con el nuevo gobierno que hoy tenemos. Sería, en otro período quién sabe discutible, quién sabe probablemente no. En este minuto es crucial. Si alguien dice - si todos decimos- que el control del ejecutivo es un instrumento importante, nosotros remarcamos, es tan importante que, puesto en un sentido o en otro, puede significar un avance o un retroceso enorme. Y es en lo que tenemos que estar vigilantes en este instante. Decíamos recién -rápidamente antes que ....- que el gobierno había cambiado, que se había levantado, de parte de una fracción al interior del gobierno, la defensa del orden burgués, que el eje del gobierno había cambiado. Ya no era sólo los partidos de la izquierda, eran los partidos de la izquierda más las FF.AA. Esto, que parece teórico, decimos, es dramático.

Es dramático para los obreros de las industrias electrónicas de Arica que están seriamente amenazados de desalojo y de tener que devolver sus empresas. Es dramático para los obreros de las constructoras, que están amenazados también de tener que devolver sus empresas, por las concesiones hechas en la solución del paro. Fue y es dramático, para los obreros del diario "El Sur" de Concepción, que fueron desalojados policialmente y hay tres de ellos presos.

O sea, esto que parece una disquisición teórica, establece el camino y el curso posible que puede tomarla generación de un Poder Popular, o el afirmamiento de un poder burocrático. Esto para nosotros debe ser precisado.

Y no se resuelve el problema, por tanto, al sólo establecer el apoyo a los Comandos Comunales.

La forma y la relación que tomen con el Gobierno, su autonomía o su dependencia, el hecho que estén subordinados o no a los intendentes o gobernadores, el hecho de que sean generados democráticamente o burocráticamente, establece el curso que puedan tomar y si en realidad, a partir de ellos, vamos a generar un Poder Popular o vamos a estar más bien contribuyendo de alguna forma a frenar y debilitar el avance de las masas por la vía de la coordinación más eficiente, incorporándolos, de hecho, al sistema de dominación con todas las contradicciones que este momento tiene a su interior, de acuerdo a las distintas fuerzas que controlan los distintos componentes del aparato del Estado.

O sea, para nosotros nace por tanto la necesidad por encima del acuerdo global que valoramos como positivo, la necesidad de establecer los campos y separar las aguas, entre las concepciones que consideramos en este aspecto vinculadas a otras evidentemente reformistas, y las que son revolucionarias.

Nosotros sabemos que en estos problemas de las constructoras, de las electrónicas, del diario "El Sur", hay distintas apreciaciones dentro del gobierno, dentro de la UP en particular y en general dentro de la izquierda. Pero nos parece que en la forma y generación del Poder Popular estos problemas que aparecen como consecuencia en el cambio y en el desarrollo de los Comandos Comunales, tomarán prioritaria importancia. Nosotros no estamos llamando ni a luchar contra el gobierno, ni a hacer caer el gobierno, ni colocar los Comandos Comunales en contradicción fundamental con el gobierno. Pero sí con el aparato del Estado. Unica forma de generar Poder Popular.

Nosotros llamamos a no combatir al gobierno, sino a combatir todas las concesiones y todas las regresiones y todos los retrocesos. A apoyar aquellas medidas que puedan resultar positivas al pueblo a recuperar iniciativa. Su propia iniciativa. A confiar más en sus propias fuerzas, dado el carácter del nuevo gabinete. Llamamos en esencia, a continuar el avance, sobre la base del desarrollo de los Comandos Comunales y este nuevo programa que ha ido surgiendo durante la crisis de octubre, llamado Manifiesto del Pueblo, Pliego del Pueblo o Programa del Pueblo, pero lo que contiene dentro de si seguirá enriqueciéndose con todas las reivindicaciones e intereses de los distintos sectores del pueblo.

Aunque aparezca como quebrando la armonía, el hecho que estén aquí algunas fuerzas de la izquierda y hay otras que no lo están, nos parece positivo y evidencia que la polémica se está dando al rojo vivo, al interior de determinadas empresas, determinados sectores y áreas geográficas. Nos parece que el problema debe ser delimitado, y debe establecerse lo que se llama una política revolucionaria en la construcción y generación de un poder alternativo, de un poder popular. Y cómo, en un momento dado, la política reformista puede adecuarse a la generación y a la fuerza que el pueblo tuvo para imponer los Comandos Comunales. Porque no estuvieron todas las fuerzas de la izquierda de acuerdo, y fue una batalla que la clase obrera y las capas aliadas dieron al interior de las comunas en Chile, hasta que lograron finalmente vencer las resistencias.

Pero hoy día hay adecuaciones que, si bien formalmente aparecen saludando y apoyando la generación de los Comandos, están embrionariamente y en el nacimiento de ellos abortando su perspectiva, el carácter revolucionario que puedan tener. Nada más, para no tomarme tiempo de más. 

 Notas: 
[1] Foro organizado por el sindicato de trabajadores del diario "Clarín" en la Casa de la Cultura " Gabriela Mistral". Participaron: Luis Maira, de la Izquierda Cristiana; Víctor Barberis, del Partido Socialista; Pablo Richard, del Movimiento Cristianos por el Socialismo; Oscar Garretón del MAPU; y Miguel Enríquez, el Partido Comunista no asistió. 
 
Transcrito por C. Amaru para Partiynost